domingo, 9 de mayo de 2010

4TUT-MAY: Haití


Ansan’m pou Bati (en criollo, juntos para construir) es una asociación que ya agrupa a una veintena de familias con hijos adoptivos y que está abierta a todo el mundo. Su web estará activa en pocos días. Ya tiene grupo en Facebook y un local cedido por el Ayuntamiento de Badia del Vallès, y su primer objetivo –aunque no el único– va a ser contribuir a la reconstrucción de la Maison des Anges.
«Cuando todo esto acabe, tendremos que hacer algo por ese país», decía Aurelio Fernández todavía en plena odisea diplomática para lograr que su hija adoptiva y los de otras tres familias catalanas pudieran salir de Haití. Ya hace más de un mes que Yanira (que entonces se llamaba Polycia), Daphekaina, Tania y Nick están en casa y han dejado atrás el terrible seísmo que el 12 de enero se llevó por delante, entre tantas vidas y tantas cosas, la Maison des Anges (Casa de los Ángeles), el orfanato que les acogía. Y sus padres se han puesto manos a la obra.

Gratitud a la directora
La gratitud de los padres de los chavales a Gladys Maximilien, la directora del orfanato, es enorme: «Se lo merece todo. Después del terremoto, podía haber sido cobarde y haberse ido. Pero se quedó al pie del cañón. Halló una casa para refugiar a los niños, siguió cuidándolos y mimándolos y recuperó sus sonrisas», explica Fernández. Padres adoptivos franceses y belgas de niños procedentes de la Maison des Anges también se han organizado con el mismo propósito.

Pero esto no va a ser todo. Entre los proyectos de Ansan’m pou Bati hay la creación de un servicio de atención a mujeres en Puerto Príncipe, y también organizar la recogida y el envío a Haití de equipos médicos, informáticos y otros que aquí se retiren por obsoletos y allí aún puedan ser útiles.

Una vez definidos los proyectos toca encontrar las contrapartes, es decir las entidades que los ejecutarán en Haití, y buscar fondos, claro. ¿Cómo? «Pediremos subvenciones a las administraciones y aportaciones a las empresas, venderemos una línea de productos (tazas, camisetas...), recabaremos el apoyo de artistas y de medios de comunicación... No descartamos nada. Podemos hacerlo», dice con entusiasmo este funcionario de Sant Quirze del Vallès, de 47 años y padre de Yanira, de 4, y de otros tres hijos de 21, 18 y 15. No parece preocuparle el esfuerzo que ello suponga, ni por el dinero –«no tengo vicios caros»– ni por el tiempo –«Habrá que sacar horas de donde sea. Para lo que hay que ver por la tele...», bromea–. «Merece la pena. No es una pose, lo hacemos de todo corazón. Moralmente creemos que estamos obligados, que tenemos un compromiso con Gladys y con Haití», añade.

Y a todo eso, ¿qué tal su hija? «Está perfecta. Es alegre e inteligente. Va ganando confianza y superando los miedos que le creó el terremoto». Por ejemplo, «al principio, para irse a dormir quería su mochila, con algo de comida y agua. Ahora ya no la pide». Los cuatro recién llegados y sus familias se ven regularmente, y la adaptación «va bien para todos». Seguro que cuando sean más mayores «se sentirán orgullosos de que sus padres hayan ayudado a su país».

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...
ir arriba